jueves, 24 de febrero de 2011

PEZONES


Acabo de montar las fotos anteriores justo antes de escribir y no pude evitar la erección que tengo en este momento, definitivamente uno de los placeres que más disfruto está en el pecho del hombre y aunque algunos crean que un par de tetillas no sirven para mucho, para mi encierran todo el placer y la calentura que me gusta disfrutar en el preámbulo de una buena cogida y en el momento de la eyaculación.
No se si todo tenga que ver con mi primer acercamiento al cuerpo de un hombre, eso fue hace mucho y ocurrío en mi casa con mi tío. Un hombrazo unos 10 años mayor que yo, que en ese entonces tenia unos 14.
Siempre fue muy deportista y por él conocí por primer vez un gimnasio, práctica que en ocasiones compartíamos juntos.
Entre los dos había un extraño lazo, pues me gustaba mucho pasar tiempo a su lado y el también lo disfrutaba, tanto que incluso cada mañana yo salía a escondidas de mi cuarto en casa de mi abuela; donde viví toda mi niñez y parte de mi adolescencia, y me dirigía siempre hacia el suyo, para meterme entre sus sabanas y dormir un rato más a su lado.
Era imposible no excitarme teniéndolo ahí tendido en su cama, sólo con sus interiores y medio adormecido, situación que yo aprovechaba para deleitarme tocándolo por todos lados. El era consciente de que yo estaba ahí y parecía no importarle, es mas creo que le gustaba pues, aunque jamas intento nada, más que dejarse acariciar hasta mi saciedad, tampoco me lo impedía.
Así que cada mañana en mis vacaciones yo tenia una cita con un hombre de casi 25 años, totalmente formado, de piel trigueña oscura, musculado y velludo esperando por mi en su propia cama. 
Lentamente comenzaba acariciando su espalda cuando recién llegaba a ocupar mi lugar y desde atrás pasaba mi mano por ese espeso volumen de vello de su abdomen, subiendo lentamente por todo su pecho, tocando sus tetillas y volviendo de nuevo hacia abajo. Lo mejor venia cuando se daba la vuelta y mi rostro quedaba metido entre ese excitante pecho lleno de un vello oscuro y delgado que lo cubría por todos lados, me encantaba perderme en sus pectorales y aspirar su delicioso olor a macho, mientras el me abrazaba y conciliaba de nuevo el sueño.
Cada vez que tenia oportunidad, y luego de asegurarme que él estaba bastante adormilado, aprovechaba para besar su pecho y, aunque con mucho temor, una mañana pude saciar mi apetito acariciando con mi lengua sus jugosas tetillas una y otra vez, pasando mi lengua sobre ellas, humedeciendolas y succionandolas un poco, claro está, muy suave, pues no quería llegar a interrumpir su sueño.
Creo que fue así como nació mi fijación por los pezones masculinos, los cuales disfruto siempre que tengo oportunidad y no hay nada mas delicioso que correrme mientras otro macho acaricia, lame y succiona los mios.
Les dejo mi seleccion de pezones, algunos expuestos, grandes, rosados, sobresalientes, otros pequeños pero apetitosos. A algunos les encanta apretarselos mientras se estimulan a si mismos, a otros les gusta más pegarse de ellos para chupar o lamer y otros más disfrutan ofreciendolos para que sean torturados ... y a vos que te gusta hacer?




























































































Joy Jordan... mmm pectorales de ensueño...no quisieran ser el chico ? Yo si ...